Vísperas de Reyes

Hoy es día 4 de enero. Mañana vendrán Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, y como mucha gente, yo he dejado las compras de reyes para el último día, y claro, fui al centro y estaba todo a reventar de gente. Las calles principales parecían una cañada llena de ovejas llendo en manada de un lado para otro. Los niños de carrito y no los tan niños agolpándose en las aceras para ver al Heraldo, el cual recibió esta tarde las llaves de la Ciudad para que mañana entren los Reyes con sus carrozas.
Pero bueno, no iba yo a eso, yo fui a comprar los regalos de mis padres y de mi hermano (que por cierto, si no les gustan, mala suerte). Mientras me adentraba en el maravilloso mundo de los cinturones me encapriché de unos calzoncillos CK que ya me compraré en las rebajas, y es que ¿cómo me voy a resistir a la carita y al cuerpo del maromo que aparece en la caja?.
En fin, también hoy y después de entrar en todas las relojerías del centro, localicé una en la que me miraron y el reloj y me lo arreglaron desinteresadamente (normal, es que me llegan a cobrar por los 2 minutos que estuvo el dependiente con el reloj y monto el escándalo).
Total, que después de una larga tarde de compras en la que llegué a la moto con los huevos picándome como to sus muertos (no me vuelvo a poner boxer largos cuando me los haya afeitado), llegué a casa con más hambre que el perro de un ciego y más sueño que... que yo qué sé.
Pues nada más. Mañana iré a ver la cabalgata de Reyes, aún no sé con quién y ya el día 6 intentaré escribir para decir qué tal los regalitos recibidos y dados.
Nos vemos.