viernes, 18 de enero de 2008

Ilusiones de una tarde

En mi mente se atisban varios exámenes y ninguna gana de estudiar (para variar). Asignaturas que me tengo que quitar de encima como sea para no seguir alargando la agonía de la puñetera carrera que estoy corriendo y que se está haciendo algo pesada ya, si no fuera por pequeñas alegrías que me están dando las prácticas, en donde por fin he hecho una entrevista dirigida por mi mismo, aunque tampoco era demasiado dificil: una demanda de SAD.
En la calle, sol, buena temperatura... si le añadiéramos a la temperatura exterior unos 5 grados más de los que hay, podría decirse que estamos en Primavera. Pero lo de ahora mismo únicamente son reflejos de esa estación que anhelo, y no sólo por las ganas de que empiece a hacer buena temperatura, que el sol se ponga cada vez un poco más tarde y que todo esto se note de verdad para que podamos despojarnos cada día de un poco más de ropa para que nuestra piel empiece a captar los rayos del astro rey, sino porque este año la primavera para mi viene cargada de emociones.
Todo comenzará, como cada año, con la Semana Santa. Si bien el Domingo de Ramos será el próximo 16 de marzo, ya desde varios días antes estaré viviendo esa semana en la que todo se paraliza ante la magnitud de lo que se muestra en las calles de Sevilla. Olores, sonidos, sensaciones, emociones... una multitud de sentimientos me recorrerán en mi interior. Prácticamente no pasará una semana tras el Domingo de Resurrección, cuando me monte en el avión, el sábado 29 de marzo, para ir directo a París, a ver a Conchi y convivir con ella en un diminuto dormitorio con cuarto de baño ("que cuando te sientas en el wc pones los pies en la bañera" xD). Una semana estaré allí, hasta el día 5 de abril, y esto sería lo último, si el día 7 de abril no fuera el Lunes del Pescaíto, es decir, comienzo de la Feria de Abril de Sevilla.
En fin, que vaya mes me espera, desde prácticamente el 9 de marzo (Domingo del Pregón y elecciones nacionales y autonómicas), hasta el día 13 de abril.
Como se suele decir... "que Dios nos coja confesaos".

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