martes, 18 de noviembre de 2008

El día alrevés

Resulta que hoy todo lo he hecho alreves de todos los días. Por la mañana como que no tenía ganas de ir al gym, así que dejé esta actividad para la tarde (teniendo en cuenta que el 99% de las veces que digo eso no voy después). Pues bien, fui a trabajar al colegio y seguimos ensayando, pero hoy estaban los niños desquiciados (aunque siempre son los mismos los encargados de rebentar las clases). El ensayo, un desastre. Entre el eco del gimnasio y que los niños no atienden, es un caos. A ver si el jueves vamos a la biblioteca y ensayamos allí. Esa es otra, el jueves me toca estar sólo ante el peligro porque Iria, mi compañera, se examina del coche. Espero no matar a ningún niño.
Ya al acabar me fui directo al gym (había preparado todas las cosas para poder ducharme allí y darme antes un relajante baño en el jacuzzi).
La cosa es que antes de cenar me llama Gloria, la la feria de los belenes, y me dice que vaya mañana miércoles por la mañana a echare una mano porque la madre estaba ingresada y estaba agobiada la mujer, así que mañana a las 10,30 habrá que estar en la Plaza de San Francisco. A ver cómo se me da el tema de los belenes, aunque no creo que haga muchas ventas (aunque quien sabe) porque las figuritas, al ser hechas a mano, cuestan un ojo de la cara. En fin, mañana contaré qué tal la experiencia.

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